Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

09 marzo 2015

Precioso



¿A quién no le dieron las doce y la una y las dos y las tres…? ¿Quién no prefirió volar, aunque quedase maltrecho? Me parece una preciosidad de canción…






Una letra muy especial, es el talento de Sabina: mezclar la poesía con lo cotidiano …

"Sé que no lo soñé"- 
protestaba mientras me esposaban los municipales 
en mi declaración 
alegué que llevaba tres tientos 
y empecé esta canción 
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa 
y nos dieron las diez y las once, las doce y la una 
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.

2 comentarios:

Rodrigo D. Granados . dijo...

Siempre he dicho lo que Ud., que la capacidad de Sabina para conjugar poesía y cotidianeidad, es suprema.
Es de esos autores con los que es facíl identificar situaciones de índole personal; aquello de: parece que esta canción hubiese sido escrita para mi.
La primera vez que me pasó esto con una canción suya, fue en la primera mitad de los ochenta, mi mujer de entonces era "una morena bajita que no estaba mal" y "teníamos estufa, dos gatos y tele en color"
Cuando se tiene talento y capacidad de observación, se describe con acierto la realidad de los mortales en su esencia, y es ahí donde nos vemos.
Creo que aquella canción que me ganó por siempre se llamaba: Rebajas de Enero.

Luis Antonio dijo...

En lo cotidiano siempre hay espacio para la poesía. Es cuestión de buscarla...

Saludos