Cuando el maestro afirmó que hoy es siempre todavía nos legó
la verdad más irrenunciable, la enseñanza que contiene todas las enseñanzas: la
vida no está en el ayer ni en el mañana ni siquiera en el hoy, está en el
todavía. Porque hoy sólo será para siempre si es todavía; y siempre sin hoy es
una cáscara hueca en donde sólo cabe la eternidad. Para llegar a ser vida, hoy
y siempre se necesitan todavía.