El ayer y el hoy anudados entre ingenuidad y sabiduría viaje de encrucijadas de pasos cortos y largos de palabras dichas y silenciadas de iniciales que se atraen y repelen de la mirada de esa niña que fuiste y eres.... LP
De todo ello me gustaría conservar para siempre: la ingenuidad, los pasos cortos, las palabras dichas, las iniciales que se atraen, y sobre todo la mirada de esa niña que piensa que lo mejor siempre está por llegar.
Un beso y gracias por tan bonito comentario LP (son también las iniciales de Long Play,jeje)
Decía Susan Sontag: “que una fotografía no es solo una imagen, una interpretación de lo real, también forma parte de un vestigio, un rastro directo, en forma de huella que nos identifica”. Por tanto, esa imagen desde su origen pretende ser la recuperación de un momento vivido, regresar de puntillas intentando no descolocar el mobiliario del pensamiento, avanzar sin hacer ruido por las estancias del pasado. Todo ello, con una precisión milimétrica, impidiendo que nuestra propia estela imaginaria altere el semblante de ingenuidad, pues tan solo es un espejo del tiempo pasado y presente, al que le preguntamos en qué parte del viaje a Ítaca nos encontramos. Tras la lucha diaria contra nuestros propios y ajenos lestrigones y cíclopes, el viaje que se prometía largo y colmado de aventuras, va arribando al puerto llamado “destino”.
4 comentarios:
El ayer y el hoy
anudados entre ingenuidad y sabiduría
viaje de encrucijadas
de pasos cortos y largos
de palabras dichas y silenciadas
de iniciales que se atraen y repelen
de la mirada de esa niña que fuiste y eres....
LP
De todo ello me gustaría conservar para siempre: la ingenuidad, los pasos cortos, las palabras dichas, las iniciales que se atraen, y sobre todo la mirada de esa niña que piensa que lo mejor siempre está por llegar.
Un beso y gracias por tan bonito comentario LP (son también las iniciales de Long Play,jeje)
Decía Susan Sontag: “que una fotografía no es solo una imagen, una interpretación de lo real, también forma parte de un vestigio, un rastro directo, en forma de huella que nos identifica”.
Por tanto, esa imagen desde su origen pretende ser la recuperación de un momento vivido, regresar de puntillas intentando no descolocar el mobiliario del pensamiento, avanzar sin hacer ruido por las estancias del pasado. Todo ello, con una precisión milimétrica, impidiendo que nuestra propia estela imaginaria altere el semblante de ingenuidad, pues tan solo es un espejo del tiempo pasado y presente, al que le preguntamos en qué parte del viaje a Ítaca nos encontramos. Tras la lucha diaria contra nuestros propios y ajenos lestrigones y cíclopes, el viaje que se prometía largo y colmado de aventuras, va arribando al puerto llamado “destino”.
¡Cruel espejo el del tiempo!
Hermosa y sutil forma de decir que cada vez estamos más lejos del principio y más cerca del..."destino", jeje
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