Cartas de Gropius
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Qué maravilla tenerte allí, y que cuando baje a desayunar, pueda haber algo tuyo en la pantalla, lo que me catapulta acto seguido a la celda, lleno de esa energía que yo creo que no tengo porque se gasta enseguida y deja el aljibe seco en previsión de que vuelva la lluvia.
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