Me resulta difícil condensar en
palabras lo que mi viaje a China ha supuesto para mí y la magia que envuelve los
recuerdos de este gigantesco país asiático. Hace tiempo oí que una persona es
la suma de los libros que ha leído y de los viajes que ha hecho. Yo creo que
también es la suma de los amores que ha tenido, En ese sentido, China ha sido
un fugaz pero inolvidable amor de verano.
Templo de la Tierra
Ciudad Prohibida
PD. Las fotografías han perdido mucha calidad al hacer el vídeo, y el vídeo no vale gran cosa, pero la mayoría de las fotos están bien, por eso las pongo a continuación con más nitidez (¡nada de miniaturas Lobezno!)
Aeropuerto de Amsterdam
Mural en el aeropuerto de Pekín
Hotel Sheraton
Plaza de Tiananmén
Ciudad Prohibida
Gran Muralla
A
Pekín
Templo del cielo
Palacio de Verano