Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

08 mayo 2016

Esa lucecita azul que alumbra tu inseguridad





Sentías emoción por cosas que desconocías y que tal vez ni siquiera habías imaginado, supongo que casi el mismo estupor que sentirías ahora si dejasen de ocurrir algunas de esas cosas repetitivas que tan a menudo te suceden y todo empezase de nuevo(…) Ni imaginabas siquiera que la suerte de vivir llevaría aparejado sin remedio el riesgo de envejecer. Siempre estaba a mano la analgésica belleza de lo nuevo… (José Luis Alvite)


Soñar tanto me enseñó que sólo los sueños pueden poner en la mesa emocional todas las sensaciones que el ser humano ansía, por encima de los prejuicios. En nuestra vigilia racional hay pocas cosas que valen la pena considerar inolvidables. Últimamente sueño en azul. Hoy he soñado que caminaba entre nubes bajas por una campiña azul; un campo suave, con encinas, pocas subidas y olor a jaras. En realidad, cada vez más creo que estamos inmersos en los sueños: que despertamos de uno y suponemos que volvemos a la realidad permanente para caer simplemente en otro; que nos sueñan y ni siquiera podemos hacer nada para copar algún grado de propio protagonismo: por eso sería tan importante averiguar quién nos sueña. A mí me gustaría que me soñaras tú, porque sería una garantía no sólo muy placentera sin el perfecto aval de que nada malo me iba a pasar. Por mi parte, me ofrezco para soñarte, si tú quieres y me lo permites...



1 comentario:

Luilly dijo...

Las puertas de mi refugio onírico siempre se han mantenido abiertas para los azules, procurando dejar rendijas por donde imaginación y sueño se adulteren entre esbozos y formas. Por tanto, aceptaría con gusto esa invitación, para soñar y ser soñado…