"Nunca he creído en la bondad natural del hombre. (...) Esto ha provocado
que no me sorprenda la exhibición de su maldad. Me maravilla, en cambio, que la
gente se haya olvidado de esta natural tendencia al mal, que no tengamos ya
memoria de nuestros orígenes. No fue Abel, muerto precozmente, sino Caín el que
generó todas las estirpes que pueblan la Tierra. Un cielo vacío y un paraíso
fácilmente edificable en la tierra sacaron al hombre de su camino. Entender la
técnica -y dominarla- le proporcionó la ilusión de que el mismo saber era
extensible al corazón. Sin cielo -y sin camino para recorrer-, también el
hombre se torna máquina y, como todas las máquinas, puede funcionar bien o mal,
depende de la construcción, del programa y del mantenimiento". (S. Tamaro)
Qué asco, qué rechazo!... Qué insoportable. Los políticos otra vez pidiendo votos. Para qué ¿Para viajar en primera? ¿Para ingresar todos los meses en sus nóminas seis mil euros netos más trescientos euros diarios en concepto de dietas por ir a trabajar cuatro días, de lunes a jueves, (¿Trabajar? ¿En serio?). Luego, cuando tengan 63 años tendrán un incremento de mil quinientos euros mensuales en su pensión… (“la solidaridad no nace de los privilegios de la diferencia”). Y yo, infeliz, no me puedo hacer responsable de este disparate, ni ser cómplice con mi voto.
Me resisto a votar a partidos
mayoritarios que han demostrado sobradamente que las mentiras son mentiras,
Obscenas mentiras, repugnantes mentiras, abyectas mentiras. Me resisto como una
posesa a votar a estos partidos que han impuesto la dictadura de su
partidocracia por encima del interés común, por encima la democracia y por
encima de la ética.
También me resisto a votar a
partidos minoritarios, a partidos bisagra, proclives a pactar con los
anteriores para conseguir mayorías y alcanzar sus pequeñas cuotas de poder y
que también usarán mi voto para sus intereses inescrutables y poco claros.
Pero si a algo me resisto y me
rebelo y me rebelo hasta la náusea es a que nadie se adueñe de mí “no
voto”. Porque si no voto todos dirán que mi intención era votarlos a ellos y
que lo hice silenciosamente con lo que no dije dentro de la urna. Es tan asqueroso
que hasta ahí llego. No tengo más remedio que ir a votar, tengo que volver el domingo
de la playa ex profeso a votar, y sólo así nadie dirá que mi intención era
apoyar sus ideas. Sus putas ideas y su puto partido.
Quiero pensar que votar te
protege de algún modo de la manipulación de los políticos. Y sabiendo a quienes
no voy a votar y por qué voy a votar ¿A quién voy a votar? ¿A qué partido? si por
sí sola la palabra partido me repugna ¿A quién?... ¿Quién no me parece
impresentable? Harto difícil si mi opinión es que los políticos son
impresentables per sé. Tendré que votar a un partido que no presente a un
político… ¿Lo hay? Lo hay.
Javier (Nart), me importa un
bledo las ideas que representes, los argumentos que defiendas (dado que por tu
sentido común y tu lucidez siempre serán coherentes). Ahora voy más allá de la
retórica: hablo de honestidad. Podría creer en tu honestidad como creo en tu
inteligencia. Podría creer que podrías ser la aguja en el pajar y hasta podría
creer que eres incorruptible. En fin
que, como un mal menor, te voy a votar a ti y sólo a ti (no a tu partido)
porque desde que te he oído (años ha) estás permanente cabreado (como corresponde) con este mundo políticamente
absurdo que no sabe a dónde va y porque cada vez que te has dicho algo, sea lo que
sea, me pareció que no hablabas a la galería sino desde lo más profundo de tus convicciones. Sólo
hay una cosa en ti que no me gusta: no tienes sentido del humor.
Pero te votaré porque tienes un
pelo estupendo para tu edad, te votaré porque no me pareces un impresentable, y
porque creo que no te casas con el poder. Te votaré porque espero que si
alguien tuviese que defender una causa justa, ese serías tú. Y si me equivoco,
asumiré que lo hago, y que me podrás engañar y desilusionar pero… eres el único
que podría representar en potencia algo parecido a la utopía y no la náusea
putrefacta de hecho, que es lo que desgraciadamente este país de cainitas, de
chanranga y pandereta y de incautos, no merece. Y te votaré porque como te he
oído decir “que no nos crean a ninguno por lo que decimos sino por lo que
hacemos”.
3 comentarios:
Yo he sido casi convencional; y después de haber valorado la abstención como prueba del hastío que me producen estos encantadores de lombrices, he votado por Willy de IU. Como no encontraba a papeleta de IU, casi voto al chico ese de: Podemos, que podrá o ser o no un fiasco; pero que ha demostrado que con un discurso y un modus operandi nuevo Y EN 4 MESES, la gente se apunta a la esperanza. Yo le di mi firma cuando me la pidió; me hice el oso cuando me pidió pelas por razones obvias y casi le voto por casualidad, Estaré atento a sus movimientos, para ver si decido votarle en la próxima, y así el estado le dará el dinero que yo le escatimé.
Si alguien quiere conocer el porqué de mi voto a IU, no tengo ningún problema en reconocer que lo hago por Gaspar Llamazares, un tipo que me cae muy bien.
Que paradoja más grande se da en nuestro país de que sean muchos inútiles de políticos los que se atrevan a pedir el voto útil. Cuando hoy puedo leer que el Partido Popular considera que abrir los comedores escolares durante la época de verano para atender a niños que viven en familias con riesgo de exclusión social o en situación de pobreza "no es adecuado", dado que podría "generar excesiva visibilidad" a estos casos, se me cae el alma a los pies y no puedo dejar de pensar lo indiferente que resulta en este país el voto, sea voto útil o sea inútil.
Yo, hasta ahora votante habitual de IU, me dejé arrastrar por la ilusión de lo nuevo, y voté a PODEMOS. Conocía (virtualmente) al nº 5 de la lista, un científico discapacitado, y cuando por la noche me enteré que había salido elegido, me llevé una de las sorpresas más agradables de los últimos tiempos
Publicar un comentario