Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

10 abril 2014

mD


Una sonrisa suave, liviana, dibuja la comisura de mis labios y se extiende lenta, muy lentamente, mejilla arriba. Me sorprendo pensando en ti, me abruma, aunque sobre todo, me enternece. ¿Qué hace ahí esa sonrisa en medio de mi cara? Y lo peor de todo es que me gusta, no porque me guste, sino porque tiene que ver contigo y me estoy acordando de tu regalo de cumpleaños.

Se me antoja que hace una eternidad que te conocí. Y, sin embargo, así es. Y me ha dado por pensar que fue una casualidad, como todo. De hecho, todo es una casualidad. De hecho, se necesita una secuencia para dar vida a un momento. Hablando de secuencias, no sé cuál sería la película de nuestra relación pero hay magia, mucha comedia (nos reímos mucho y nos divertimos)... ¿No estaremos echando en falta el drama?

Ahora mismo por el altavoz empieza a sonar "Los colores del viento" (¡preciosa!) y me viene a la cabeza aquella frase de Séneca de que no hay ningún viento favorable para el que no sabe a dónde va. El tuyo siempre me ha sido favorable

Eres un amigo maravilloso, un hombre tranquilo en el sentido cinematográfico del término, lo sé, my Darling, lo sé desde hace mucho.




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