Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

07 noviembre 2012


 



La vida no es lineal como el disparo de un fusil sino caótica y entrópica como el vuelo de una mariposa o las acrobacias de una hoja con la que juega el viento hasta que, cansado de ella, la deposita verticalmente en una ranura imposible. 
La veo todas las mañanas. Se ha convertido en una especie de amuleto. 
 

4 comentarios:

Luilly dijo...

¿Y si deconstruimos la historia de la hoja áurea? ¿Hay algo más metódico que el vuelo de una mariposa en negarse a aceptar la línea recta? ¿No es el viento el mismo que impide con su resistencia que la bala vaya perdiendo fuerza, y la línea recta se transforme en una hipérbola? Quizás, y solo quizás, la única recta sea la construcción mental que ha generado el caprichoso viento al depositar la hoja en el único sitio posible que llamara tu atención, y por tanto, reclamando tu presencia cada mañana.

gorrioncito dijo...



Recuerdo bien haber experimentado un sentimiento muy particular: estar ante un prodigio. Hoy me alegra mucho haberla fotografiado y traído aquí. ¿Acaso no es entropía que años después regreses, deconstruyas la historia, y me hagas recordar que se no puede pretender viajar al pasado sin sentir añoranza?

Luilly dijo...

Pero... con un cambio sustancial, ¿subyace en nosotros la idea de azar? o, ¿inconscientemente nos reprogramamos para atenuar la añoranza en un viaje de ida y vuelta?

gorrioncito dijo...


Posiblemente nos reprogramamos para no sucumbir a la añoranza, Como en una lucha, en determinados momentos hay que protegerse y retroceder; sin embargo, si nos protegemos demasiado y retrocedemos todo el tiempo, al final resulta que ha acabado el combate.

PD. En mí, desde luego, subyace la idea del azar. Del azar caprichoso, jeje